¿Son anticuadas las normas de la Biblia?
Mucha gente, incluso los que dicen que son cristianos, creen que las normas de la Biblia sobre el sexo y el matrimonio están pasadas de moda. Para adaptarse a los tiempos, algunas iglesias han cambiado su criterio y ya no enseñan lo que enseñaban antes sobre lo que está bien y lo que está mal. Entonces, ¿han quedado anticuadas las normas de la Biblia? No. Veamos por qué siguen siendo válidas.
Necesitamos la guía de Dios
Para saber lo que está bien y lo que está mal, los seres humanos necesitamos que Dios nos guíe. Así fue como él nos creó. La Biblia dice: “Al hombre que está andando ni siquiera le corresponde dirigir sus pasos” (Jeremías 10:23). Es verdad que Jehová a nos creó con la capacidad de tomar decisiones, pero no nos dio ni la capacidad ni la autoridad para determinar por nosotros mismos lo que está bien y lo que está mal. Dios quiere que para eso nos fiemos de él (Proverbios 3:5).
Las normas morales de Dios están en la Biblia. Veamos dos razones por las que son tan importantes.
Dios fue quien nos creó (Salmo 100:3). Él sabe perfectamente lo que necesitamos para ser felices y para estar bien física, mental y emocionalmente. Y también sabe lo que nos puede pasar si no le hacemos caso (Gálatas 6:7). Jehová quiere lo mejor para nosotros. Por eso la Biblia lo describe como “el que te enseña por tu propio bien, el que te guía por el camino en que debes andar” (Isaías 48:17).
Nuestro corazón puede engañarnos. Muchas personas creen que, para saber lo que está bien y lo que está mal, solo tienen que seguir los dictados de su corazón —es decir, sus deseos y sus emociones—. Pero la Biblia dice que “el corazón es más traicionero que cualquier otra cosa y es desesperado” (Jeremías 17:9). Si nuestro corazón no se guía por la sabiduría de Dios, nos llevará a hacer cosas que más tarde lamentaremos (Proverbios 28:26; Eclesiastés 10:2).
¿Deberían los líderes religiosos dejar de lado las normas de la Biblia?
No, claro que no. La Biblia nos dice la verdad acerca de Dios y nos enseña cómo quiere que actuemos (1 Corintios 6:9-11; Gálatas 5:19-23). Él desea que la gente conozca esa verdad (1 Timoteo 2:3, 4). Por eso los ministros cristianos tienen que enseñar lo que enseña la Palabra de Dios (Tito 1:7-9).
Hay muchas personas a las que no les interesa seguir las normas de la Biblia, así que buscan una religión en la que “les digan lo que quieren oír” (2 Timoteo 4:3, nota). Pero la Biblia da esta clara advertencia: “Ay de los que dicen que lo bueno es malo y que lo malo es bueno” (Isaías 5:20). Dios va a pedirles cuentas a los líderes religiosos que no le estén enseñando a la gente lo que él dice sobre lo que está bien y lo que está mal.
¿Vuelven intolerante a la gente las normas de la Biblia?
No. Las personas que quieren hacer lo que a Dios le gusta, imitan a Jesús y siguen sus enseñanzas. Y Jesús les enseñó a sus discípulos a no juzgar a los demás y a amar y respetar a todo el mundo (Mateo 5:43, 44; 7:1).
Los seguidores de Jesús tenían que vivir su vida respetando las normas morales de Dios. Pero también tenían que aceptar que otras personas podían elegir un camino diferente (Mateo 10:14). Jesús no los autorizó para usar ni la política ni ningún otro medio para imponerle a nadie las normas de Dios (Juan 17:14, 16; 18:36).
¿Qué ventajas tiene respetar las normas de la Biblia?
Esforzarse por vivir de acuerdo con las normas de Dios tiene ventajas a corto y largo plazo (Salmo 19:8, 11). Algunas de esas ventajas son:
a La Biblia enseña que el nombre de Dios es Jehová (Salmo 83:18).