La sabiduría nos protege
“El rico, por su dinero, corre el peligro de ser secuestrado; el pobre no tiene ese problema, pues nadie lo amenaza.” (PROVERBIOS 13:8, TRADUCCIÓN EN LENGUAJE ACTUAL)
AUNQUE ser rico tiene sus ventajas, también tiene sus riesgos, sobre todo en estos tiempos tan peligrosos (2 Timoteo 3:1-5). En algunos países, los ricos y los turistas de aspecto adinerado se han convertido en el objetivo de ladrones y secuestradores.
Un informe sobre un país en vías de desarrollo declaró lo siguiente: “Los robos, el fraude y los secuestros han creado una lucha entre ricos y pobres. Los restaurantes tienen guardias armados, las casas de los ricos tienen muros con alambre de cuchillas o púas, reflectores, cámaras y guardias”. No son pocos los países que se encuentran en esa situación.
En contraste, la Biblia dice que al pobre “nadie lo amenaza”. ¡Qué sabias palabras! ¿Cómo puede usted sacarles provecho? Si vive o trabaja en una zona donde abunda la delincuencia y el crimen, no le haga pensar a la gente que es rico. Piense con cuidado en la ropa que se pondrá y en los artículos que llevará, sobre todo si son de un tamaño que impide mantenerlos fuera de la vista. La Biblia dice que los sabios ven el peligro y se alejan, “pero los inexpertos [siguen] adelante y tienen que sufrir la pena” (Proverbios 22:3).
Los sabios consejos de la Biblia muestran con claridad que el Creador se preocupa por nosotros y quiere que estemos seguros. Así es, la sabiduría de la Palabra de Dios es una protección, ya que “conserva vivos a sus dueños” (Eclesiastés 7:12).