Un inspector de seguridad elogia a los Testigos
A LAS afueras de la ciudad australiana de Sydney, un funcionario del gobierno que fue a inspeccionar la construcción de un Salón del Reino dijo que era “una de las obras más seguras que había visitado en mucho tiempo”.
El inspector escribió: “El lugar estaba muy bien acondicionado [...], muy limpio y ordenado, con un excelente paso de entrada y salida; los cables de corriente estaban suspendidos sobre el suelo sujetados con ganchos plásticos [y] los extintores estaban listos para poder usarse [...]. El personal llevaba ropa de manga larga, pantalón, casco y gafas de seguridad [...]. Todos eran muy amables”.
“Los Testigos consideramos que la seguridad es primordial —comentó Victor Otter, el encargado de la obra—. Cuando tomamos precauciones al trabajar, demostramos que vemos la vida como Dios la ve y fomentamos un ambiente de armonía y felicidad. Después de un arduo día de trabajo, por lo general regreso contento a casa.”
El Salón del Reino, con asientos para 127 personas, quedó terminado en abril de 2012.